30 Jun 1942
1730 horas
El grupo SOMBRA despegó puntualmente para acudir a su cita con el destino, organizados en dos Kettes (Líder-Steiner, Dos-Mac, Tres-Héctor y Cinco-Willy, Seis-Horse, Siete Arba). Sombra-Siete comunica algunos problemas con los controles por lo que decido que salgamos sin él. Sin embargo, pudo solucionarlo a tiempo y se reenganchó al grupo cuando ya estábamos bordeando la costa de Gerawla.
Todos reagrupados nos dirigimos ascendiendo suavemente hasta Fuka, pero la tarde empezó a torcerse y las noticias que llegaban vía radio no auguraban nada bueno. Los tres grupos de caza no habían podido reagruparse y se dirigían por separado a la zona objetivo. Cuando llegamos a Fuka el primer grupo de cazas ya estaba sufriendo el ataque de cazas enemigos, cuyas trazadoras observábamos en la lejanía impotentes en nuestras monturas. En esta tesitura y tras permanecer unos minutos orbitando a 40 km al sur de Fuka estaba claro que el objetivo prioritario de la misión no se iba a cumplir y entrar en la zona con nuestros 110s significaría una muerte segura.
Ordené a grupo Sombra el nuevo objetivo: El Alamein. Intentaríamos machacar sus aeródromos para debilitar su fuerza aérea de cara a los próximos días. Mientras tanto íbamos perdiendo pilotos de los vuelos HALCON y NEGRO (ANGEL-Líder sufrió una desconexión en vuelo y el resto del grupo Angel se metió directamente en el infierno). A las 1640 horas los Sombra llegamos a El Alamein, donde no detectamos presencia de caza enemiga, ni tan siquiera una ligera antiaérea. Era evidente que la sorpresa era total. A partir de aquí todo se desarrolla a gran velocidad. Ordeno a grupo Sombra que permanezcan en altura y en la costa mientras Sombra-Dos y yo bajamos a inspeccionar el aeródromo. Rompemos a derechas y nos lanzamos contra el aeródromo, donde detectamos aparatos en plataforma y nidos de antiaérea dispersos. Enfilamos hacia las plataformas donde se encuentran los aparatos y salimos en rasante bordeando la pista a derechas. Nos han visto. Sólo tenemos tiempo de hacer una pasada con éxito moderado, sólo un bimotor Boston destruido. El infierno se desata. Las trazadoras envuelven mi cabina y soy alcanzado y herido gravemente, por lo que no tengo la fuerza suficiente para controlar mi aparato y mis movimientos son torpes y lentos. Apenas tengo tiempo de ceder el mando a Sombra-Cinco y me dirijo hacia las costa para poner rumbo a nuestras líneas. No lo consigo, he perdido demasiada sangre y me desmayo...
Finalmente, el resto del grupo Sombra liderados por Sombra-Cinco atacaron también el aeródromo pero la antiaérea se cobro su peaje, aunque con la destrucción de otros tres aparatos en pista. Sólo pudieron salvarse dos tripulaciones (Sombra-Cinco y Sombra-Dos).
Analizando los informes tras el combate el resultado no puede ser peor. Hemos perdido el 70% de los aparatos que pusimos en liza (sin contar los aparatos de suministro ni los G.50 en misión de CAP sobre nuestros aeródromos), además de la gran mayoría de los pilotos.
En cuanto a los SOMBRA debo reconocer que durante el ataque a El Alamein perdí conciencia de nuestra formación en dos Kettes cuando ordené el ataque del primer rotte, dejando a Sombra-Tres desorientado y sin dirección. Probablemente lo más adecuado hubiera sido un ataque conjunto con todos los aparatos y salir de allí a toda velocidad en rasante y virando a izquierdas hacia el mar, no a derechas donde nos encontramos con todas las unidades terrestres desplegadas en la zona y a los temibles Bofors.
En cuanto a los cazas qué decir, creo que mejoraremos mucho cuando seamos conscientes de que la unión hace la fuerza. Salir de Fuka ya descoordinados no está al nivel esperado cuando además se indicaba expresamente en las órdenes de la misión. 16 aparatos en zona coordinados podían haber infringido un daño severo a los cazas ingleses y sin embargo nos barrieron poco a poco.
A pesar del mal sabor de boca creo que de este tipo de misiones son de las que se extraen las mejores lecciones. Ya sabíamos que esto era el infierno. Y en el infierno te churrascan el bijain